Si bien algunas dinámicas –la demográfica o la superación de los límites naturales– se podían vislumbrar allá por 1985, otros procesos han resultado más sorpresivos, tanto en los ámbitos de la economía y la geopolítica como en los de la tecnología y las dinámicas culturales.
Resulta imposible encapsular la realidad y sus múltiples manifestaciones en unas pocas páginas. Lo que sí está claro es que a medida que avanza la crisis ecosocial, se cierra una ventana de oportunidad con todo un abanico de caminos posibles. Nuestras opciones se reducen, y actualmente se decantan en determinadas direcciones, con ciertos factores estructurantes realimentándose entre sí. A pesar de movernos en un contexto tan complejo, el futuro –hoy como siempre– no está escrito y, más que nunca, es tiempo de reflexión y acción.
Los textos recogidos componen un collage con el que hemos tratado, si no de hacer un balance completo, al menos sí ofrecer una reflexión ilustrativa de los cambios vividos en estos cuarenta años.